RESEÑA HISTORICA DE EL PEÑOL
El Peñol, sitio que conlleva un valioso contenido histórico y cultural, su fundación se debe al capitán don Diego de Benavides. Los primeros habitantes de estas tierras indígenas eran pertenecientes a la tribu de los Quillacingas.
En el año de 1631 los indios Sindaguas (tribu guerrera del valle del Patía) desterraron el primer asentamiento de los habitantes de El Peñol, cerca de la confluencia de los ríos Guáitara y Patía. Lugar que hoy se conoce con el nombre de Pueblo Viejo. Los habitantes no se dieron por vencidos y se asentaron en Peñol Viejo, pero la fuerte sequía de un verano hizo que se incinerara casi en su totalidad. Se conoce luego de un tercer asentamiento hacia el año de 1912 cuando la nación pensó en ejecutar la instalación de los rieles para el ferrocarril de Nariño, los pocos habitantes que aún permanecían en las ruinas del Peñol Viejo se trasladaron a este lugar, pues se vislumbraba un marcado progreso para esta población. En 1926, el Obispo de Pasto, Antonio María Pueyo de Val lo bautizó con el nombre de “Nuevo Peñol o Salvador” aunque este nombre popular e históricamente fue reemplazado como “El Peñol de los Apráez” por ser esta una de las familias que más poblaron esta zona donde hoy se erige la cabecera municipal.
Es importante dar a conocer que El Peñol también fue convertido en paso obligado entre las ciudades de Popayán y Pasto, con dirección a Quito, conocido como la “Ruta hacia la libertad” por donde transitó el conquistador Sebastián de Belalcazar evadiendo los encuentros con la devastadora tribu de los Sindaguas. Y nuestro libertador Simón Bolívar, al mando de su poderoso ejército, antes de continuar su marcha que culminaría en la Batalla de Bomboná (7 abril de 1822), a su regreso de Bomboná, volvió a establecerse en este sitio alrededor de 20 días.
A pesar de que los primeros habitantes de las poblaciones de El Peñol fueron los Quillacingas, con la venida de los Españoles se viene a dar el proceso de mestizaje. Por los rasgos fisiológicos de los actuales habitantes en diferentes zonas del municipio, se puede inferir que el mestizaje se pudo haber producido entre españoles, vascos e indios.
Ya ahora en 1998 el Peñol se convierte en municipio segregado de El Tambo a donde perteneció por muchas décadas y fue su principal corregimiento. El pueblo de El Peñol históricamente ha sido reconocido por su pujanza, sin embargo en los últimos años el municipio ha sufrido con severidad las consecuencias del conflicto armado que vive el país, así mismo los efectos de una creciente y ostensible presencia e incidencia del narcotráfico. La situación es más preocupante mirando que la vida e integridad de los peñolenses se ven afectadas no solo por la violencia de tipo político y económico sino también por la de carácter social e intrafamiliar.
El Peñol perteneció al municipio de El Tambo, Nariño y una de las razones por las cuales de independizó y pasó a ser el municipio No. 63 de los 64 que conforman al departamento de Nariño fue el abandono al que estaba sometido, el deseo de sus pobladores era el de superar las necesidades, el marginamiento y atraso a los que el favoritismo centralista los reducía, fue entonces cuando se elevó a la categoría de municipio con autonomía jurídica y administrativa mediante ordenanza No. 036 del 7 de Diciembre de 1998
TE INVITAMOS A
CONOCER LOS ENCANTOS
DE NUESTRA TIERRA
En el municipio de El Peñol, se encuentra un sitio turístico que al mismo tiempo se convierte en la leyenda más representativa de la zona, se trata del Saraconcho, nombre en dialecto Quillacinga que significa “agua turbia”, localizado en el corregimiento de San Francisco, en una vertiente que luego se une al río Juanambú, se trata de un riachuelo de muy escaso caudal pero cuando se crece alcanza gigantes torrentes capaces de arrasar con lo que se encuentre a su paso. Esta es la razón por la cual se tejen tantas leyendas, a continuación relataremos algunas de ellas:
EL SARACONCHO Y SUS LEYENDAS
HECHIZO DEL PERRO NEGRO
Dicen los que vivieron en aquellos tiempos, que había una pareja que no podía tener hijos por mucho que lo intentaron, la señora aplicó cuanto remedio le sugirieron desde la medicina hasta los yerbateros, por aquel entonces llego a la finca una mujer india en estado de embarazo pidiendo trabajo, la pareja la aceptó pero por su estado era evidente que ella no podría realizar muchos quehaceres sin embargo le dio la dormida y la comida hasta que diera a luz, en esa época era difícil encontrar un médico cercano y el parto se complicó produciendo la muerte de la joven india, al ver esta situación la pareja decidió adoptar a la criatura que resultó ser un niño. Creció siendo juicioso en la casa, con sus padres, ayudaba a su papá a labrar la tierra hasta que un día empezó a llegar tarde a casa, usando prendas lujosas, los padres no se explicaban de dónde obtenía el dinero para comprar y así sucesivamente continuó el joven llevando a casa ropa fina, joyas y embriagado. Sucedió que una noche el joven salió de su casa persiguiendo a una gallina con pollitos dorados que se escondieron en la montaña, así fue como descubrió el tesoro del Saraconcho pero el joven no comentó esto con nadie, pues no quería compartir su fortuna.
Los padres después de muchos días les pareció que deberían hacer algo al respecto, entonces el padre sugirió encargar a dos peones para que lo sigan, en efecto lo hicieron y descubrieron que tenía un tesoro en el nacimiento del río Saraconcho, los peones dieron cuenta del descubrimiento y fue el papá en su compañía para cerciorarse de lo ocurrido, el joven tan pronto se enteró de ser descubierto, salió en su caballo a buscar a un indio brujo para que lanzara un hechizo a su tesoro, el brujo provocaría que cuando alguien se acerque al pequeño riachuelo, este se crezca a tal punto de que no puedan pasar, cuando los peones con el papá del joven quisieron cruzar el río para atrapar al joven con el ruido que producían los cascos de los caballos el río empezó a crecer y crecer hasta que terminaron ahogados en torrentosos caudales.
Dicen que la única forma de romper el hechizo será cuando pase un perro negro a la media noche por el punto exacto del yacimiento del río, alguien le lance una puñalada en el corazón y deberá correr la sangre por las aguas del río, solo así se romperá el hechizo.
EL ENCANTO DE GUAMBUYACO “SARACONCHO”
Hace muchísimos años había una vez una quebrada llamada Guambuyaco que cuanto alguien tocaba sus aguas se cubría de neblina y la pequeña quebrada se convertía en un mar, gracias a un hechizo que una antigua tribu lanzó porque allí enterraron el cuerpo de su dios. Cuentan que hasta hace muy poco mucha gente ha muerto ahogada pero decidieron llamar a un gran cacique para que deshaga el encanto y ahora el hechizo ya es historia
EL CUENTO DEL INDIO Y EL VIEJO
Había una vez un indio y un viejo que vivían en la misma finca, pero el indio era el dueño, el indio iba todas las tardes a una montaña de donde bajaba un chorrito de agua de oro, cada que le ponía el sombrero o las manos para recoger el oro se volvían ricos, el indio no quería compartir su fortuna con el viejo, un día el viejo siguió al indio y miró como el indio recogía en las manos un poco de oro, el viejo que se encontraba escondido en una planta, estuvo allí hasta que el indio se fuera y el viejo salió inmediatamente a colocar su sobrero para llenarlo de oro, con eso pudo hacer una casa mucho mas bonita que la del indio y después de dos meses el viejo le ofreció comprar la finca al indio quien se preguntaba de dónde sacaba tanta plata, un día el viejo salió a traer mas oro, el indio lo siguió y se dio cuenta de que le estaba robando su oro, enfurecido terminó asesinando al viejo.
Otro método es el
cinto de San Agustín; sal y pimienta, las cuales se riegan y amanecen
recogiéndolas; o regar mostaza en la entrada de la habitación. Otra es colocar
una tijera sobre un mantel blanco en una mesa durante la noche de un martes o
viernes para que allí caiga la
REFRANES POPULARES
“Los patos en la laguna,
También hacen su alboroto,
De ver a las Peñolejas
Con chanclas y el calzón roto”
“Allá abajo de esa peña,
Parece que queda el Peñol
Cada vez que subo y bajo
Se me queda el corazón”
MITOS DE EL PEÑOL
LA ROSENDA ÑATA
Trata la historia de una señora que vivía en la vereda El Perejil, la cual decían que era una bruja, que siempre llevaba en su boca un feo y horrible sapo. Un día hubo un paseo hacia el santuario de Nuestra Señora de Las Lajas y que aquel carro que hacía el recorrido no quiso llevar a Rosenda y luego la miraron que había llegado mucho antes que los viajeros, según cuentan ella llegó volando; también cuenta la historia que cuando le propinaron un tiro con arma de fuego y la tiraron al vacío, al poco tiempo regresó sin ninguna herida y tuvieron que abalearla con una bala de plata con una cruz tallada, cuando le practicaron la necropsia encontraron dentro de su cuerpo un pequeño frasco que contenía unas extrañas pepas negras.
EL CARRO DEL DIABLO
Esta es solo una historia de muchas que existen sobre el carro del diablo; Cuenta mi abuela que el papá de ella, Ramón Bucheli, pesador y comerciante de ganado se encontraba una madrugada saliendo de Guayabillo, ya venía por la curva del finado Santos Guerra cuando escuchó el ruido de un carro y miró las luces que se acercaban, como eran tan escasos los carros, la carretera tampoco era ancha y si el carro pasaba cerca era peligroso que el ganado se derrumbe, por eso mi bisabuelo y el peón arrinconaron el ganado y esperaron hasta que el carro pase, pero esperaron y siguieron esperando y el carro nunca pasó, solo sintieron un fuerte viento que los llenó de susto y miraron como todas las vacas se arrodillaron, inmediatamente ellos se tiraron al suelo boca abajo en forma de cruz para que el espanto pasara y el fuerte y temeroso viento por fin pasó cuando entonces el ganado se puso nuevamente en pié, en ese momento se levantaron del piso y miraron que las luces del carro ya iban delante de ellos.
EL ESPANTO DEL HUECO´E LA LAJA
Sobre el camino viejo que conducía de El Peñol hacia la vereda La Torrecilla se encontraba un punto que hasta ahora se denomina “Hueco´e La Laja” sitio de mucho respeto, de aire pesado como dicen los de antes, allí siempre que alguien pasaba en horas de la noche o la madrugada se le rodaba un costal lleno de huesos de muerto y caía a la mitad del camino un ataúd que no dejaban pasar a ningún caminante, por esta razón allí se llevo a un sacerdote para que bendiga esta zona y se construyó una gruta con la imagen de la Virgen de Las Lajas porque la roca que allí hay es laja, desde ese entonces ya nunca más se volvieron a escuchar comentarios iguales.
LOS DUENDES
A los borrachitos de El Peñol siempre se les aparecía el “duende” quien cuando el borrachito despertaba se daba cuenta que se encontraba metido en una bóveda del cementerio o sobre un peñasco o un árbol sin poder bajar hasta que llegaba alguien a auxiliarlo. Son espíritus traviesos, pequeños diablillos perversos e impertinentes con trajes hermosos, brillantes y de colores cubriendo su pequeña cabeza con un gigantesco sombrero de paja, sucio y despedazado.
Se presenta en forma de enano, con aspecto de un niño de corta edad. Los hay buenos y malos: los buenos, juguetones y traviesos dan suerte, prosperidad, dinero, joyas y ayudan a los oficios de la granja en donde viven, duermen en los troncos huecos de los árboles y en los hornos de hacer pan, solo se les ve en los días más calurosos, son muy enamorados y cuando no son correspondidos o tienen algún rival se encargan de atormentarlo, les cambia las cosas de un lugar a otro, las esconde, las desordena, ensucian los trajes y terminan arrojándoles estiércol sobre las camas. Los duendes malos entorpecen las labores del campo escondiendo la herramienta de trabajo, tiran piedra sobre las casas, persiguen a las niñas adolescentes y si están enamorados realizan acosos obscenos; otras veces les hacen moretones en sus piernas o brazos. En las minas quitan el agua a las ruedas de los molinos, asustan a los perros, se roban las provisiones, se suben a los árboles para arrojar las frutas al suelo, corretean el ganado, abren la carraleja de las terneras para que se mamen la leche de las vacas, se roban las gallinas por lo general no les gusta que la gente trabaje. En las casa abandonadas espantan haciendo ruidos extraños que causan miedo. Se cree que los duendes son almas en pena que no fueron bautizados, la única solución para desterrarlos es llevando un sacerdote para que practique el exorcismo y bendiga la casa.
LAS BRUJAS
Las brujas, personajes de mucha popularidad en El Peñol, hay muchas versiones, aquí tenemos una de ellas:
Que las hay las hay, pero no hay que creer en ellas. Son generalmente, mujeres locas de deseos que no pueden satisfacer, cortesanas envejecidas, monstruos de inmoralidad y de fealdad, envidiosas del amor y de la vida, que tienen pacto con el diablo sus maldiciones son a base de brujerías o hechicería para los males de amor o de rencor hacia los vecinos o personas conocidas expertas en lujuria y brebajes, roban niños para sacrificarlos en rituales de magia negra. Cuando desean transformarse, generalmente los martes y los viernes, no comen sal; se suben a una parte alta o un árbol y se lanzan diciendo: “sin Dios y sin Santa María”, y salen volando en forma de bimbo o pavo, cayendo sobre los techos de las casas, le chupan la sangre a los que allí duermen, generalmente de las piernas o brazos. Para capturarlas cuando se oye un aleteo sobre la cumbre de la casa alguien debe gritar adentro “Sábado, día de la Virgen vení mañana por sal” y por lo general al otro día llega una mujer a la puerta de la casa a pedir sal.
Otro método es el cinto de San Agustín; sal y pimienta, las cuales se riegan y amanecen recogiéndolas; o regar mostaza en la entrada de la habitación. Otra es colocar una tijera sobre un mantel blanco en una mesa durante la noche de un martes o viernes para que allí caiga la bruja.
GENTILICIOS
Peñolejos
Peñolenses
Patojos
Chamuscados
Chuspirumes
Guaicosos
SOBRENOMBRES DE EL PEÑOL
El Peñol, gente amable y acogedora
Hueco Lindo
Cali Chiquito
La sucursal del Cielo
Hueco feo pero sabroso
“Mujer que llega al Peñol, consigue marido y se queda”
El Peñol, sitio que conlleva un valioso contenido histórico y cultural, su fundación se debe al capitán don Diego de Benavides. Los primeros habitantes de estas tierras indígenas eran pertenecientes a la tribu de los Quillacingas.
En el año de 1631 los indios Sindaguas (tribu guerrera del valle del Patía) desterraron el primer asentamiento de los habitantes de El Peñol, cerca de la confluencia de los ríos Guáitara y Patía. Lugar que hoy se conoce con el nombre de Pueblo Viejo. Los habitantes no se dieron por vencidos y se asentaron en Peñol Viejo, pero la fuerte sequía de un verano hizo que se incinerara casi en su totalidad. Se conoce luego de un tercer asentamiento hacia el año de 1912 cuando la nación pensó en ejecutar la instalación de los rieles para el ferrocarril de Nariño, los pocos habitantes que aún permanecían en las ruinas del Peñol Viejo se trasladaron a este lugar, pues se vislumbraba un marcado progreso para esta población. En 1926, el Obispo de Pasto, Antonio María Pueyo de Val lo bautizó con el nombre de “Nuevo Peñol o Salvador” aunque este nombre popular e históricamente fue reemplazado como “El Peñol de los Apráez” por ser esta una de las familias que más poblaron esta zona donde hoy se erige la cabecera municipal.
Es importante dar a conocer que El Peñol también fue convertido en paso obligado entre las ciudades de Popayán y Pasto, con dirección a Quito, conocido como la “Ruta hacia la libertad” por donde transitó el conquistador Sebastián de Belalcazar evadiendo los encuentros con la devastadora tribu de los Sindaguas. Y nuestro libertador Simón Bolívar, al mando de su poderoso ejército, antes de continuar su marcha que culminaría en la Batalla de Bomboná (7 abril de 1822), a su regreso de Bomboná, volvió a establecerse en este sitio alrededor de 20 días.
A pesar de que los primeros habitantes de las poblaciones de El Peñol fueron los Quillacingas, con la venida de los Españoles se viene a dar el proceso de mestizaje. Por los rasgos fisiológicos de los actuales habitantes en diferentes zonas del municipio, se puede inferir que el mestizaje se pudo haber producido entre españoles, vascos e indios.
Ya ahora en 1998 el Peñol se convierte en municipio segregado de El Tambo a donde perteneció por muchas décadas y fue su principal corregimiento. El pueblo de El Peñol históricamente ha sido reconocido por su pujanza, sin embargo en los últimos años el municipio ha sufrido con severidad las consecuencias del conflicto armado que vive el país, así mismo los efectos de una creciente y ostensible presencia e incidencia del narcotráfico. La situación es más preocupante mirando que la vida e integridad de los peñolenses se ven afectadas no solo por la violencia de tipo político y económico sino también por la de carácter social e intrafamiliar.
El Peñol perteneció al municipio de El Tambo, Nariño y una de las razones por las cuales de independizó y pasó a ser el municipio No. 63 de los 64 que conforman al departamento de Nariño fue el abandono al que estaba sometido, el deseo de sus pobladores era el de superar las necesidades, el marginamiento y atraso a los que el favoritismo centralista los reducía, fue entonces cuando se elevó a la categoría de municipio con autonomía jurídica y administrativa mediante ordenanza No. 036 del 7 de Diciembre de 1998
TE INVITAMOS A
CONOCER LOS ENCANTOS
DE NUESTRA TIERRA
En el municipio de El Peñol, se encuentra un sitio turístico que al mismo tiempo se convierte en la leyenda más representativa de la zona, se trata del Saraconcho, nombre en dialecto Quillacinga que significa “agua turbia”, localizado en el corregimiento de San Francisco, en una vertiente que luego se une al río Juanambú, se trata de un riachuelo de muy escaso caudal pero cuando se crece alcanza gigantes torrentes capaces de arrasar con lo que se encuentre a su paso. Esta es la razón por la cual se tejen tantas leyendas, a continuación relataremos algunas de ellas:
EL SARACONCHO Y SUS LEYENDAS
HECHIZO DEL PERRO NEGRO
Dicen los que vivieron en aquellos tiempos, que había una pareja que no podía tener hijos por mucho que lo intentaron, la señora aplicó cuanto remedio le sugirieron desde la medicina hasta los yerbateros, por aquel entonces llego a la finca una mujer india en estado de embarazo pidiendo trabajo, la pareja la aceptó pero por su estado era evidente que ella no podría realizar muchos quehaceres sin embargo le dio la dormida y la comida hasta que diera a luz, en esa época era difícil encontrar un médico cercano y el parto se complicó produciendo la muerte de la joven india, al ver esta situación la pareja decidió adoptar a la criatura que resultó ser un niño. Creció siendo juicioso en la casa, con sus padres, ayudaba a su papá a labrar la tierra hasta que un día empezó a llegar tarde a casa, usando prendas lujosas, los padres no se explicaban de dónde obtenía el dinero para comprar y así sucesivamente continuó el joven llevando a casa ropa fina, joyas y embriagado. Sucedió que una noche el joven salió de su casa persiguiendo a una gallina con pollitos dorados que se escondieron en la montaña, así fue como descubrió el tesoro del Saraconcho pero el joven no comentó esto con nadie, pues no quería compartir su fortuna.
Los padres después de muchos días les pareció que deberían hacer algo al respecto, entonces el padre sugirió encargar a dos peones para que lo sigan, en efecto lo hicieron y descubrieron que tenía un tesoro en el nacimiento del río Saraconcho, los peones dieron cuenta del descubrimiento y fue el papá en su compañía para cerciorarse de lo ocurrido, el joven tan pronto se enteró de ser descubierto, salió en su caballo a buscar a un indio brujo para que lanzara un hechizo a su tesoro, el brujo provocaría que cuando alguien se acerque al pequeño riachuelo, este se crezca a tal punto de que no puedan pasar, cuando los peones con el papá del joven quisieron cruzar el río para atrapar al joven con el ruido que producían los cascos de los caballos el río empezó a crecer y crecer hasta que terminaron ahogados en torrentosos caudales.
Dicen que la única forma de romper el hechizo será cuando pase un perro negro a la media noche por el punto exacto del yacimiento del río, alguien le lance una puñalada en el corazón y deberá correr la sangre por las aguas del río, solo así se romperá el hechizo.
EL ENCANTO DE GUAMBUYACO “SARACONCHO”
Hace muchísimos años había una vez una quebrada llamada Guambuyaco que cuanto alguien tocaba sus aguas se cubría de neblina y la pequeña quebrada se convertía en un mar, gracias a un hechizo que una antigua tribu lanzó porque allí enterraron el cuerpo de su dios. Cuentan que hasta hace muy poco mucha gente ha muerto ahogada pero decidieron llamar a un gran cacique para que deshaga el encanto y ahora el hechizo ya es historia
EL CUENTO DEL INDIO Y EL VIEJO
Había una vez un indio y un viejo que vivían en la misma finca, pero el indio era el dueño, el indio iba todas las tardes a una montaña de donde bajaba un chorrito de agua de oro, cada que le ponía el sombrero o las manos para recoger el oro se volvían ricos, el indio no quería compartir su fortuna con el viejo, un día el viejo siguió al indio y miró como el indio recogía en las manos un poco de oro, el viejo que se encontraba escondido en una planta, estuvo allí hasta que el indio se fuera y el viejo salió inmediatamente a colocar su sobrero para llenarlo de oro, con eso pudo hacer una casa mucho mas bonita que la del indio y después de dos meses el viejo le ofreció comprar la finca al indio quien se preguntaba de dónde sacaba tanta plata, un día el viejo salió a traer mas oro, el indio lo siguió y se dio cuenta de que le estaba robando su oro, enfurecido terminó asesinando al viejo.
Hace muchísimos años había una vez una quebrada
llamada Guambuyaco que cuanto alguien tocaba
sus aguas se cubría de neblina y
la pequeña quebrada se convertía en un mar, gracias a un hechizo
que una
antigua tribu lanzó porque allí enterraron el cuerpo de su dios. Cuentan que
hasta hace muy
poco mucha gente ha muerto ahogada, pero decidieron llamar a un
gran cacique para que deshaga el
encanto y ahora el hechizo ya es historia
La Rosenda Ñata
Fue una habitante del entonces corregimiento quien
vivió entre los años 40 y 80. La memoria
de las
personas entrevistadas parece no recordar o no conocer con exactitud el
lugar de procedencia pero
afirman que era oriunda de Linares o Robles, ella una
mujer alta y delgada que producía temor sobre
todo en los niños, por el
contrario a su apodo no era ñata, tenía una nariz de gran tamaño pero
achatada,
usaba vestidos a media pierna, calzaba alpargatas y por lo general parecía que
eran de talla
más grande porque la punta se le enroscaba hacia arriba. A este
personaje se le atribuyen poderes
sobrenaturales como volar en una escoba,
aparecer y desaparecer en cualquier momento y lugar. Trata
la historia de una
señora que por algún tiempo vivió en la vereda El Perejil, la cual decían que
era una
bruja y que siempre llevaba en su boca un feo y horrible sapo.
Son muchas las historias de este personaje: Un día
hubo un paseo hacia el santuario de Nuestra
Señora de Las Lajas y que aquel
carro que hacía el recorrido no quiso llevar a Rosenda y luego la
miraron que
había llegado mucho antes que los viajeros, según cuentan ella llegó volando.
Dicen que ella acostumbraba a pedir posada en el
andén de las casas o en el patio de las mismas,
hubo una vez que un señor de la
vereda Banao ya era mucho el tiempo que Rosenda dormía en su
patio, como ella
tenía muy mal olor y horroroso aspecto le pidió que se fuera de allí que busque
otro
lugar pero inútiles eran las palabras de don Gustavo Portilla pensó
entonces que la única manera de
sacarla sería matándola, una noche se decidió y
cerca de la media noche salió con machete en mano y
le propinó múltiples
machetazos que según su versión la pico en pedacitos, asustado y todo se
encerró
en la casa hasta el día siguiente, temeroso de salir a mirar su acto
resolvió por fin salir a mirar, cual
fue la sorpresa de él y quienes lo
acompañaban que en lugar de
encontrar a La Rosenda lo que encontró fue una
estepa de cabuya, picada en pedazos. Rosenda siguió
viviendo, lo que sí que
nunca más volvió a casa del señor, no se sabe si alguna represalia tomó en
venganza.
En otra ocasión cuentan que le pegaron un tiro con
arma de fuego y la tiraron al vacío, al poco tiempo
regresó sin ninguna herida.
Dicen que esta señora aprendió la brujería en Tapaje,
De los escasos carros que existían en este
territorio, a nadie le gustaba cargarla,
en ciertas ocasiones ni utilizando sus brujerías para causar
visiones le resultaba
estrategia para que la carguen. Dicen que una vez la miraron como si ella fuera
una monja, pidió que la carguen y la respuesta del conductor como siempre fue
negativa, cuando al
llegar al Tambo, miró en el espejo hacia atrás y allí
estaba sentada la monja.
Otra vez que también la dejaron en el camino, al
llegar al Tambo la encontraron vendiendo limones
en la esquina de la plaza,
ella llegaba antes que el carro.
Así como había mucha gente que la despreciaba ella
también tenía sus amistades que lamentaron su
muerte. Según las malas lenguas
como se dice popularmente, a la Rosenda la mataron en Las Cochas,
casa de
Nicolás Meneses, había un grupo de tres hombres que apostaron a que quien sería
el valiente
que la mate, al final uno de ellos se animó a hacer el intento, aprovecharon
que estaba dormida, la
encontraron en un caguito (cama hecha con tendido de
juco) la abalearon en la coronilla de la cabeza
con una bala de plata con una cruz
tallada.
Después de estar enterrada, cuando le practicaron
la necropsia encontraron dentro de su cuerpo un
pequeño frasco que contenía
unas extrañas pepas negras.
El Carro del Diablo
Esta es solo una historia de muchas que existen
sobre el carro del diablo; Cuenta mi abuela que el
papá de ella, Ramón Bucheli,
pesador y comerciante de ganado se encontraba una madrugada
saliendo de
Guayabillo, ya venía por la curva del finado Santos Guerra cuando escuchó el
ruido de
un arro y miró las luces que se acercaban, como eran tan escasos los
carros, la carretera tampoco era
ancha y si el carro pasaba cerca era peligroso
que el ganado se derrumbe, por eso mi bisabuelo y el
peón arrinconaron el
ganado y esperaron hasta que el carro pase, pero esperaron y siguieron
esperando y el carro nunca pasó, solo sintieron un fuerte viento que los llenó
de susto y miraron como
todas las vacas se arrodillaron, inmediatamente ellos
se tiraron al suelo boca abajo en forma de cruz
para que el espanto pasara y el
fuerte y temeroso viento por fin pasó cuando entonces el ganado se
puso
nuevamente en pié, en ese momento se levantaron del piso y miraron que las
luces del carro ya
iban delante de ellos.
El Espanto del Hueco de la Laja
Sobre el camino viejo que conducía de El Peñol hacia
la vereda La Torrecilla se encontraba un punto
que hasta ahora se denomina
“Hueco´e La Laja” sitio de mucho respeto, de aire pesado como dicen
los de
antes, allí siempre que alguien pasaba en horas de la noche o la madrugada se
le rodaba un
costal lleno de huesos de muerto y caía a la mitad del camino un
ataúd que no dejaban pasar a ningún
caminante, por esta razón allí se llevó a
un sacerdote para que bendiga esta zona y se construyó una
gruta con la imagen
de la Virgen de Las Lajas porque la roca que allí hay es laja, desde ese entonces
ya nunca más se volvieron a escuchar comentarios iguales.
Los Duendes
A los borrachitos de El Peñol siempre se les
aparecía el “duende” quien cuando el borrachito
despertaba se daba cuenta que
se encontraba metido en una bóveda del cementerio o sobre un
peñasco o un árbol
sin poder bajar hasta que llegaba alguien a auxiliarlo. Son espíritus
traviesos,
pequeños diablillos perversos e impertinentes con trajes hermosos,
brillantes y de colores cubriendo
su pequeña cabeza con un gigantesco sombrero
de paja, sucio y despedazado.
Se presenta en forma de enano, con aspecto de un
niño de corta edad. Los hay buenos y malos: los
buenos, juguetones y traviesos
dan suerte, prosperidad, dinero, joyas y ayudan a los oficios de la
granja en
donde viven, duermen en los troncos huecos de los árboles y en los hornos de hacer pan,
solo se les ve en los días más
calurosos, son muy enamorados y cuando no son correspondidos o
tienen algún
rival se encargan de atormentarlo, les cambia las cosas de un lugar a otro, las
esconde,
las desordena, ensucian los trajes y terminan arrojándoles estiércol
sobre las camas. Los duendes
malos entorpecen las labores del campo escondiendo
la herramienta de trabajo, tiran piedra sobre las
casas, persiguen a las niñas
adolescentes y si están enamorados realizan acosos obscenos; otras veces
les
hacen moretones en sus piernas o brazos. En las minas quitan el agua a las
ruedas de los molinos,
asustan a los perros, se roban las provisiones, se suben
a los árboles para arrojar las frutas al suelo,
corretean el ganado, abren la
carraleja de las terneras para que se mamen la leche de las vacas, se
roban las
gallinas por lo general no les gusta que la gente trabaje. En las casas
abandonadas espantan
haciendo ruidos extraños que causan miedo. Se cree que los
duendes son almas en pena que no
fueron bautizados, la única solución para
desterrarlos es llevando un sacerdote para que practique el
exorcismo y bendiga
la casa.
Las brujas, personajes de mucha popularidad en El Peñol,
hay muchas versiones, aquí tenemos una
de ellas: Que las hay las hay, pero no
hay que creer en ellas. Son generalmente, mujeres locas de
deseos que no pueden
satisfacer, cortesanas envejecidas, monstruos de inmoralidad y de fealdad,
envidiosas del amor y de la vida, que tienen pacto con el diablo sus
maldiciones son a base de
brujerías o hechicería para los males de amor o de
rencor hacia los vecinos o personas conocidas
expertas en lujuria y brebajes,
roban niños para sacrificarlos en rituales de magia negra. Cuando
desean
transformarse, generalmente los martes y los viernes, no comen sal; se suben a
una parte alta o
un árbol y se lanzan diciendo: “sin Dios y sin Santa María”, y
salen volando en forma de bimbo o
pavo, cayendo sobre los techos de las casas,
le chupan la sangre a los que allí duermen, generalmente
de las piernas o brazos.
Para capturarlas cuando se oye un aleteo sobre la cumbre de la casa alguien
debe gritar adentro “sábado, día de la Virgen vení mañana por sal” y por lo
general al otro día llega
una mujer a la puerta de la casa a pedir sal.
REFRANES POPULARES
“Los patos en la laguna,
También hacen su alboroto,
De ver a las Peñolejas
Con chanclas y el calzón roto”
“Allá abajo de esa peña,
Parece que queda el Peñol
Cada vez que subo y bajo
Se me queda el corazón”
MITOS DE EL PEÑOL
LA ROSENDA ÑATA
Trata la historia de una señora que vivía en la vereda El Perejil, la cual decían que era una bruja, que siempre llevaba en su boca un feo y horrible sapo. Un día hubo un paseo hacia el santuario de Nuestra Señora de Las Lajas y que aquel carro que hacía el recorrido no quiso llevar a Rosenda y luego la miraron que había llegado mucho antes que los viajeros, según cuentan ella llegó volando; también cuenta la historia que cuando le propinaron un tiro con arma de fuego y la tiraron al vacío, al poco tiempo regresó sin ninguna herida y tuvieron que abalearla con una bala de plata con una cruz tallada, cuando le practicaron la necropsia encontraron dentro de su cuerpo un pequeño frasco que contenía unas extrañas pepas negras.
EL CARRO DEL DIABLO
Esta es solo una historia de muchas que existen sobre el carro del diablo; Cuenta mi abuela que el papá de ella, Ramón Bucheli, pesador y comerciante de ganado se encontraba una madrugada saliendo de Guayabillo, ya venía por la curva del finado Santos Guerra cuando escuchó el ruido de un carro y miró las luces que se acercaban, como eran tan escasos los carros, la carretera tampoco era ancha y si el carro pasaba cerca era peligroso que el ganado se derrumbe, por eso mi bisabuelo y el peón arrinconaron el ganado y esperaron hasta que el carro pase, pero esperaron y siguieron esperando y el carro nunca pasó, solo sintieron un fuerte viento que los llenó de susto y miraron como todas las vacas se arrodillaron, inmediatamente ellos se tiraron al suelo boca abajo en forma de cruz para que el espanto pasara y el fuerte y temeroso viento por fin pasó cuando entonces el ganado se puso nuevamente en pié, en ese momento se levantaron del piso y miraron que las luces del carro ya iban delante de ellos.
EL ESPANTO DEL HUECO´E LA LAJA
Sobre el camino viejo que conducía de El Peñol hacia la vereda La Torrecilla se encontraba un punto que hasta ahora se denomina “Hueco´e La Laja” sitio de mucho respeto, de aire pesado como dicen los de antes, allí siempre que alguien pasaba en horas de la noche o la madrugada se le rodaba un costal lleno de huesos de muerto y caía a la mitad del camino un ataúd que no dejaban pasar a ningún caminante, por esta razón allí se llevo a un sacerdote para que bendiga esta zona y se construyó una gruta con la imagen de la Virgen de Las Lajas porque la roca que allí hay es laja, desde ese entonces ya nunca más se volvieron a escuchar comentarios iguales.
LOS DUENDES
A los borrachitos de El Peñol siempre se les aparecía el “duende” quien cuando el borrachito despertaba se daba cuenta que se encontraba metido en una bóveda del cementerio o sobre un peñasco o un árbol sin poder bajar hasta que llegaba alguien a auxiliarlo. Son espíritus traviesos, pequeños diablillos perversos e impertinentes con trajes hermosos, brillantes y de colores cubriendo su pequeña cabeza con un gigantesco sombrero de paja, sucio y despedazado.
Se presenta en forma de enano, con aspecto de un niño de corta edad. Los hay buenos y malos: los buenos, juguetones y traviesos dan suerte, prosperidad, dinero, joyas y ayudan a los oficios de la granja en donde viven, duermen en los troncos huecos de los árboles y en los hornos de hacer pan, solo se les ve en los días más calurosos, son muy enamorados y cuando no son correspondidos o tienen algún rival se encargan de atormentarlo, les cambia las cosas de un lugar a otro, las esconde, las desordena, ensucian los trajes y terminan arrojándoles estiércol sobre las camas. Los duendes malos entorpecen las labores del campo escondiendo la herramienta de trabajo, tiran piedra sobre las casas, persiguen a las niñas adolescentes y si están enamorados realizan acosos obscenos; otras veces les hacen moretones en sus piernas o brazos. En las minas quitan el agua a las ruedas de los molinos, asustan a los perros, se roban las provisiones, se suben a los árboles para arrojar las frutas al suelo, corretean el ganado, abren la carraleja de las terneras para que se mamen la leche de las vacas, se roban las gallinas por lo general no les gusta que la gente trabaje. En las casa abandonadas espantan haciendo ruidos extraños que causan miedo. Se cree que los duendes son almas en pena que no fueron bautizados, la única solución para desterrarlos es llevando un sacerdote para que practique el exorcismo y bendiga la casa.
LAS BRUJAS
Las brujas, personajes de mucha popularidad en El Peñol, hay muchas versiones, aquí tenemos una de ellas:
Que las hay las hay, pero no hay que creer en ellas. Son generalmente, mujeres locas de deseos que no pueden satisfacer, cortesanas envejecidas, monstruos de inmoralidad y de fealdad, envidiosas del amor y de la vida, que tienen pacto con el diablo sus maldiciones son a base de brujerías o hechicería para los males de amor o de rencor hacia los vecinos o personas conocidas expertas en lujuria y brebajes, roban niños para sacrificarlos en rituales de magia negra. Cuando desean transformarse, generalmente los martes y los viernes, no comen sal; se suben a una parte alta o un árbol y se lanzan diciendo: “sin Dios y sin Santa María”, y salen volando en forma de bimbo o pavo, cayendo sobre los techos de las casas, le chupan la sangre a los que allí duermen, generalmente de las piernas o brazos. Para capturarlas cuando se oye un aleteo sobre la cumbre de la casa alguien debe gritar adentro “Sábado, día de la Virgen vení mañana por sal” y por lo general al otro día llega una mujer a la puerta de la casa a pedir sal.
Otro método es el cinto de San Agustín; sal y pimienta, las cuales se riegan y amanecen recogiéndolas; o regar mostaza en la entrada de la habitación. Otra es colocar una tijera sobre un mantel blanco en una mesa durante la noche de un martes o viernes para que allí caiga la bruja.
GENTILICIOS
Peñolejos
Peñolenses
Patojos
Chamuscados
Chuspirumes
Guaicosos
SOBRENOMBRES DE EL PEÑOL
El Peñol, gente amable y acogedora
Hueco Lindo
Cali Chiquito
La sucursal del Cielo
Hueco feo pero sabroso
“Mujer que llega al Peñol, consigue marido y se queda”